La sarna es una condición cutánea que afecta a muchos animales, entre ellos los gatos. Aunque hoy en día no es considerada una enfermedad, este problema es ocasionado por ácaros que se abren paso para morder la piel del animal. Esto da como resultado una picazón intensa, con su consecuente pérdida de pelo y, en algunas ocasiones, inflamación. En este artículo te enseñaremos todo lo que tienes que saber acerca de la sarna en gatos.
La sarna no es una de las enfermedades más comunes en los gatos. Sin embargo, es lo suficientemente frecuente como para tenernos que preocupar por ella. Puede ocasionar infecciones en la piel y, si no se trata a tiempo, puede extenderse entre tus mascotas. Obviamente, esto no te va a gustar, así que te mostraremos cómo identificar, diagnosticar, tratar y prevenir la sarna en gatos.
Síntomas de la sarna en gatos
La sarna en gatos es exactamente igual que la que puede darle a otro animal. Siendo los ácaros los principales actores, algunos de los síntomas son la inquietud y la picazón. Los gatos son animales naturalmente dormilones, y la presencia de ácaros en su piel puede dar como resultado hasta un día sin dormir.
Un gato con sarna se lame y rasca de forma compulsiva, hasta el punto de perder pelo. Si no es tratado a tiempo, esto puede derivar en lesiones cutáneas, que se ven como manchas rojas en la piel del felino.
Otro síntoma, que se presenta cuando la sarna se localiza en las orejas, son las secreciones auriculares. Cuando se genera una costra de tanto rascar, el gato segrega un tipo de líquido marrón que se puede ver en el pabellón auricular. A largo plazo, esto puede ocasionar sangrado, infecciones e incluso enfermedades relacionadas con la desorientación.
Cómo se diagnostica la sarna en gatos
Si acudes al veterinario porque la situación se ha vuelto preocupante, el veterinario primero realizará una inspección visual. Él verá exactamente lo mismo que tú ves, intentando descifrar la gravedad de la condición.
Luego, se toman muestras de piel del gato, con la finalidad de estudiarlo y determinar el tipo de sarna que tiene tu gato. Esto sirve para confirmar las sospechas dispuestas en la inspección visual.
En caso de que no logren encontrar el tipo de ácaro que causa la sarna, es probable que el veterinario tome una muestra de sangre. Esto, con la finalidad de detectar un Sarcoptes scabiei, que es un tipo de ácaro difícil de percibir en un microscopio.
Cómo tratar la sarna en gatos
Tratar la sarna en gatos es quizá una de las cosas más difíciles del mundo. Si no se aplican bien los tratamientos, la mascota puede recaer. Del mismo modo, si no se aplican por el tiempo recomendado, es probable que no se recupere. Es un poco complicado salir de esta condición, pero con algunas recomendaciones, vas a poder sobrellevar esta situación.
Por lo general, se recomienda cortar el pelo en la zona con sarna y aplicar un tipo de crema específica para ácaros. Por otro lado, se recomienda usar champús y sprays antisarna. No deben ser confundidos con los productos antiparásitos, que no afectan en nada a este tipo de insecto.
En casos extremos, el veterinario puede recetar cápsulas e inyecciones, así como algunas lociones especiales. Tratar la sarna en gatos es difícil, pero con amor y paciencia, el felino de la casa puede volver a estar sano en alrededor de 2 semanas.
Cómo prevenir que tu gato contraiga sarna
Como has podido ver, la sarna en gatos proviene de un simple ácaro, y de estos hay en todas partes. La única forma real de prevenir la sarna es manteniendo los cuidados gatunos al día. Esto significa desparasitarlo cada dos años, cuando se trata de un gato adulto.
Mantener a tu gato aseado y recurrir al veterinario para un chequeo rutinario también es una excelente opción. Esto ayudará, no solo a prevenir la sarna, sino a detectar cualquier otro tipo de enfermedad que pudiera este tener. Evitar el contacto con otros animales en la calle también es una solución bastante efectiva.
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